DEL YO AL NOSOTROS

RACONTO 2008

El año 2008 recién concluido fue una cajita de sorpresas. Buenas y estimulantes sorpresas, las cuales no fueron producto del azar o de la expectativa pasiva de quien espera que la vida le pase y que los acontecimientos vengan de algún designio ignoto, donde uno no tiene mucho en que incidir. Sorpresas que responden a las leyes de causa-efecto, a la dedicación de una tarea conciente, a opciones claras y reactualizadas, a ejercicios permanentes de Fe y crecimiento. Pero claro, también está la varita mágica de los Orishas… no vaya a ser cosa que mi Elegüa se monte. Sorry Tata, me morderé la lengua.

El enero anterior partió con la magnífica experiencia de un encuentro inolvidable con Jonathan Fox, el creador del Teatro Playback, que vino de Nueva York a La Habana a realizar unos talleres, pero sobre todo para encontrarse con los que en Cuba trabajamos total o parcialmente con su propuesta metodológica. Encontrarse y departir con este creador e intelectual de una inmensa calidad humana, cuya obra viva se desarrolla en los cinco continentes del planeta, fue un remesón en varios sentidos: Desde las grupalidades locales se entendió que la creatividad, empoderamiento y trastocar lo establecido no sólo es una posibilidad, sino una necesidad de crecimiento; que el Aquí y Ahora de este particular espacio-tiempo caribeño, no tiene porque ser la copia exacta de otras coordenadas culturales. Desde lo personal, además de la foto con el Maestro para presumir en ataques de inferioridad, fue mirar la grandeza en lo simple, de sentir el reto de ser creadores y de la emoción profunda ante un hombre que vino a despedirse.


Abril fue el re-encuentro con ese México “lindo y querido” y con los amigos de siempre y para siempre, de los cuales me sigue doliendo que no sean mis vecinos e irnos de copas con el más mínimo pretexto para continuar hablando de la inmortalidad; fue el volver a ver a la familia, a mi hermana preciosa a la cual todavía no le logró explicitar lo mucho que la quiero, a mis primos antológicos, espontáneos y divertidos, y que vivimos todos juntos en intensas 168 horas la refundación del cariño y el sentido de tribu, desde la diferencia, el respeto y la alegría, o sea, desde ese ejercicio mayor del ser humano: el amor.

Como parte de los módulos de mi maestría de Psicodrama y Procesos Grupales, en junio pudimos disfrutar el encuentro gigante con María del Carmen Bello (Yuyo) y Jaime Winkler, importantísimos psicodramatistas de nuestro continente. Aprender de su sólido ejercicio profesional fue un regalo de los dioses (y de la maestría por supuesto). Verlos en la co-coordinación fue un deleite. Yuyo y su añoranza por su Montevideo, Jaime cantando tangos y recitando versos de Neruda. Mi pupila guarda la imagen de estos amigos ya queridos, sentados en el muro del malecón habanero en una conversación inolvidable, y con una puesta de sol hecha para la ocasión. Este año editamos el video y lo hacemos circular, paciencia.

Septiembre intenso: Úrsula Hauser; asumir los protagonismos incluyendo el de la dirección; tanto acting out que anda suelto por ahí; actuación versus dramatización; mis ataques de ira como defensa-resistencia ante mi tristeza; no puedo seguir transferenciando y contratransferenciando tan impunemente, está bueno ya; la brigada a Pinar del Río para trabajar con las víctimas de los ciclones para sacarnos el huracán interno; los preparativos para el Congreso Iberoamericano de Psicodrama en Quito con una significativa delegación cubana, y lanzar allí el otro Congreso que será en La Habana el 2011; elaborar el proyecto de tesis sin que sea una aspiración faraónica, difícil si consideramos que no tuve abuelita; toma de decisiones para el año próximo, más cabrón todavía; mirada larga y paso cortico… Ufff !!!

Diciembre fue hermoso y simbólico. La hermosura y los símbolos vinieron de la mano de uno de los grandes intelectuales latinoamericanos, con el que tuvimos el privilegio de aprender y vivir una experiencia trascendente: Eduardo “Tato” Pavlovsky. Fue el mirar las grupalidades, pero sobre todo ESTAR en las grupalidades, fue acercarse “al deber de pensar” en un continente en el que hemos sido adiestrados para la pasividad y el consumo, fue recibir su honestidad con su propia dramatización, algo que no ha hecho nunca en más de 40 años como facilitador grupal. Este hombre alto y canoso, introductor del psicodrama en América Latina a principios de los sesentas, creador de la Multiplicación Dramática, actor y dramaturgo comprometido con su tiempo, de una vastísima experiencia y de textos antológicos, que pondera a nivel filosófico el juego y la creatividad, y que a sus primeros 75 años en el mágico contexto de estar pisando una pequeña isla que en su proyecto de independencia y Revolución ha cumplido porfiados diez lustros, convoca al Coraje para enfrentar “la lucha que se aproxima”. Agradezco su generosidad de permitirnos grabar una conversación indeleble, frente a un mar Caribe más turquesa que nunca, entre café y piñas coladas, la cual sintetizo: el presente es futuro.

Este año editamos el video y lo hacemos circular, más paciencia.

 

Me parece pertinente compartir aquí algunas “ideas sueltas” de Tato, de su libro Espacios y Creatividad:

No se puede jugar a medias; si se juega – se juega a fondo.

Para jugar bien hay que apasionarse, 

para apasionarse hay que salir del mundo de lo concreto.

Salir del mundo de lo concreto es introducirse en el mundo de la locura, 

del mundo de la locura hay que aprender a “entrar” y “salir”.

Sin introducirse en la locura no hay creatividad

sin creatividad uno se burocratiza – se torna hombre concreto. 

Repite palabras del OTRO.

Y así, en el Grupo TEC, seguimos disfrutando de la creación colectiva:

·      Llenando los parques y plazas de Holguín en las Romerías de Mayo, en mayo

·      Despidiendo a Evelyn y esperando ansiosos su retour

·      Implementando el dispositivo comunitario de las Permutas Culturales

·      Acumulando muchas (demasiadas) horas en güagüa, con telas, instrumentos y África, para estar con las comunidades de los barrios populares periféricos de La Habana, en donde no siempre tienen lo que tenían que tener

·      Viviendo y creando conjuntamente con las comunidades campesinas de la Sierra del Escambray en noviembre, en el contexto de la VI Bienal de Teatro de Montaña

·      Estudiando a muchos autores, construyendo nuevas propuestas técnicas, reflexionando teóricamente, construyendo máscaras (faciales, concretas) para incursionar en las máscaras sociales (simbólicas), escribiendo, sistematizando

·      Trabajando articuladamente y desde la complicidad con amigos-grupos-instituciones, que sintonizamos humana e ideológicamente: Grupo Omni Zona Franca de Alamar, Grupo Gigantería, Proyecto de Plástica Comunitaria Huellas, Taller de Cerámica Terracota, Centro Memorial Martin Luther King Jr., Casas Comunitarias de La Güinera, Pogolotti y El Canal, Comité Internacional para el Desarrollo de los Pueblos, Asociación Hermanos Saíz, Centro Nacional de Prevención de las Its, Vih y Sida, Espacio Descontaminación Mental


Los 365 días y 6 horas del calendario de reciente conclusión fueron de un permanente laburo con el Grupo de Teatro Espontáneo Comunitario (TEC), haciendo, pensando, problematizando, buscando, encontrando: Paso a paso construyendo un camino. Logros, dudas, cansancios, alegrías, frustraciones, satisfacciones. Todo el abanico y a ratos a la misma vez. Intenso, por decir lo menos. No podemos hablar de comunidades o interactuar con ellas, si nosotros mismos no somos comunidad. Cuando nos trazamos la ruta del YO al NOSOTROS, enarbolamos más que una frase remasterizada, asumimos el ejercicio de habitar un paradigma donde lo central sean las grupalidades humanas y las interrelaciones sociales sustentadas en el respeto pleno. En la consideración de que las individualidades se edifican en las colectividades: “Individualidades colectivas y colectividades individuales” decía el poeta peruano Cesar Vallejo. Y en tiempos de una cultura global imperante, regida por designios neoliberales, no es un reto menor.  Aunque a algunos les suene pasado de moda-cheo-añejo, seguimos pensando que el norte regulador son las comunidades. Nuestro Norte es el Sur, como dice tan certeramente la excelente cadena Telesur. Nos resistimos a dejarnos arrastrar por la ola que nos encarcela en el  ombliguismo y la miopía del alma. La especie viviente de mayor evolución del universo conocido no puede concentrar su existencia en la compra y el pago de un celular.

Un tiempo intenso y traqueteado.  Un año particular instalado en lo general, inmerso en el macro contexto: Un presidente negro elegido para regir el decursar de la potencia más poderosa del planeta, pero estamos claros que entre Demócratas y Republicanos, no hay diferencias sustanciales, y que de Obama no se esperan ilusos milagros, pues al olmo no se le piden peras, pero al menos sabemos que nada será peor que la administración Bush. Bombas  asesinas de Israel cayendo sobre la población indefensa de Gaza. La Revolución Cubana cumpliendo sus primeros cincuenta años y en continuidad conciente por la construcción de futuro. Bolivia declarándose libre del flagelo del analfabetismo… ¡¡¡ Grande Evo !!!. Venezuela lanzando su primer satélite al espacio, lo cual es un esfuerzo por la democratización comunicacional y del cual próximamente muchos nos veremos beneficiados. Nicaragua consolidando la república Sandinista. El FMLN avanzando significativamente para llegar a la presidencia de El Salvador. Las estimulantes proyecciones para las elecciones del próximo octubre en Uruguay. En Chile, se inaugura el último tramo para impedir inteligentemente la llegada de una derecha recalcitrante al poder. Algo es algo. 

Trazos lanzados al aire que dan una idea que nos regula, plasmando ese dicho popular cubano de “la mirada larga y el paso cortico”. Síntesis de lo particular en lo general y viceversa. Expresión de una identidad e identificación con Latinoamérica y el planeta.   

Recibe, desde este caimán verde que vuela por el mar de las Antillas, mi abrazo fraterno y con él la aspiración de seguir transitando del YO al NOSOTROS, y que este nuevecito 2009 siga dándonos pretextos para continuar tejiendo complicidades y desde ahí seguir caminando en la creación colectiva. 

Bienvenido 2009: Año de la Abundancia… 

¿ Por qué no?

LA OVEJA NEGRA

Proceso grupal de desarrollo de ciudadanía con minorías sexuales de este popular municipio chileno. Espacio psico-socio-cultural, para elaborar historias personales y construcción de identidades colectivas. Esta experiencia comunitaria marca la génesis del Teatro Espontáneo Comunitario

PERMUTA CULTURAL

La Permuta Cultural es una de sus modalidades de expresión del Teatro Espontáneo Comunitario. Es un dispositivo metodológico para potenciar la participación y desarrollo de las comunidades. Se sustenta en la idea marxista que todo lo que el ser humano crea y recrea (material, subjetivo o simbólico) es Cultura y todas las personas somos generadores de ella. Es un patrimonio vivo que se incrementa en la interrelación social y el encuentro entre las personas.


Este dispositivo socio-cultural y comunitario, es la integración de Teatro del Encuentro y Feria del Trueque:

·      Teatro del Encuentro: 

·      Feria del Trueque: intercambio de bienes, productos u objetos, concordado directamente por las personas sin mediación de dinero.

 


Implementando este dispositivo comunitario durante el 2008,  en conjunto con la Asociación Hermanos Saíz (AHS), logramos desarrollar espacios colectivos de diálogo, en los cuales la misma grupalidad concurrente elegía el tema a debatir: 

Responsabilidad Social (mayo) 

Perdida de Valores (agosto) 

Los Miedos (septiembre)

La Variedad / La Responsabilidad en las Cosas que No nos gustan (octubre)

La Verdad (noviembre)

La Porfía de la Esperanza (diciembre)


En lo que va del año 2009, el Grupo de Teatro Espontáneo Comunitario y La Madriguera (AHS), continúan desarrollando las Permutas Culturales, como una propuesta para seguir consolidando una cultura del diálogo...

ESCAMBRAY 2008

ESCAMBRAY: CRÓNICA DE UN VIAJE AL CORAZÓN DE CUBA

6ª Bienal de Teatro de Montaña

Al principio fue el verbo: llamadas telefónicas para contactar y coordinar… con los compañeros de Teatro Espontáneo de La Habana que sirvieron de intermediarios, con Pototo allá en Cumanayahua para ultimar detalles. Los niños del taller de Títeres Espontáneos del popular barrio habanero de Pogolotti, les escribieron carticas a sus (aún) desconocidos amiguitos campesinos: un puente mágico de letras y papel. Para muchos de ellos su primera carta: “Se pone la fecha?”, “Yo le inventé un nombre a mi amiga desconocida… se llama Claudia”, “Qué más le puedo contar?”, “Le escribí un poema: Ayer pasé por tu casa, y tu perro me ladró… quién le dijo a tu perro que yo seré tu amigo?”.  Paralelamente hicimos un llamado a todos los amigos y amigas para recolectar las tres “eles” (Libretas, Lápices, Libros), y así continuar conjugando ese verbo que necesita ser virtud capital: Solidaridad.

Llegamos a Cuatro Vientos el martes 18 de noviembre pasado mediodía, y algunas horas más tarde ya estábamos en el Círculo Comunitario del pueblo sacando telas de colores, instrumentos músicos y gestualidades que visibilizarían los mundos subjetivos internos de los habitantes de las nubes, perdón, de las montañas… cuando pedimos a los asistentes que nos digieran una primera sensación o sentimiento que tuvieran para ser representada, un silencio sepulcral cristalizó el espacio y lo inmovilizó todo, hasta las nubes en tránsito y el gélido viento de esas altitudes… y desde un rincón de ese salón circular, el mundo volvió a su movimiento habitual por una voz de color azul cielo, la de un niño de 6 años llamado Michel (Michelito para los amigos): “Quiero ver la Música”. Este niño de ojos grandes y transparentes nos acompañó toda la semana, buscando cualquier descuido para zambullirse en la bolsa de los instrumentos musicales y hacerlos vivir con insuflos, solo comparables a los que dieron vida al Golem. La última función de despedida del viernes por la noche, con un frio que calaba los huesos, fue Michelito el músico principal que puso una creativa banda sonora a improvisadas esculturas y microescenas. 



El miércoles 19 de noviembre tempranito en la mañana estábamos en las puertas de la única escuela de Cuatro Vientos, la primaria Manuel Puerto González, donde asisten 40 niños y niñas de este pueblo y de otros cercanos, agrupados desde pre-escolar y vías no formales hasta sexto grado. La dirección del establecimiento aceptó de inmediato y con mucha colaboración la propuesta que llevábamos de realizar 3 talleres simultáneos, reuniendo en ellos por edades a la totalidad de los pioneros de la escuela:

1º) “Corta y pega”: realización de unos mini murales con recortes de figuras multicolores de cartulinas, cartones corrugados, papeles lustres y láminas metalizadas, que realizaron los más chiquitos de una edad promedio de 5-6 años, y que fue impartido por Simone y Susana. Participaron 18 niños y niñas.

2º) “Pintura y Esculturas”: pinturas con témpera sobre cartulinas, construcción de historias de lo pintado y posterior esculturización de estas, efectuado con infantes de edad promedio de 8 años, coordinado por Juan Carlos y Mario. Participaron 8 estudiantes.

3º) “Pajaritos”:  confección de largas cintas colorinches de papel crepé con un peso en la punta y que dibujan con movimientos sinuosos el aire, reuniendo aquí a niños de una media de 10-11 años, facilitado por Meple, Ornelys y Yunier. Participaron 14 pre-adolescentes.

Estos talleres se realizaron de 8.30 a 10 am, por 3 días seguidos (miércoles, jueves y viernes). El apoyo de la dirección del establecimiento, así como de los profesores y técnicas pedagógicas fue fundamental para el óptimo desarrollo de estos procesos. Se sumaron con su aporte colaborativo Caridad (la cocinera) y varias mamás.

Como denominador común a todos los talleres, era que las acciones plásticas eran el resultado de un trabajo previo de conexión lúdica con el mundo emocional de los niños y niñas, su correspondiente reconocimiento e identificación, y llevados luego a formas, colores, movimientos y gestualidades.

Al salir de los talleres y en el camino de regreso al hotel íbamos compartiendo entre nosotros anécdotas, ansiedades por la falta de tiempo, analizando técnicamente el proceso y reestructurando para optimizar al día siguiente. El diseño de este dispositivo metodológico contemplaba un cierre conjunto abierto a la comunidad del pueblo, el viernes a las 11 am en el Círculo Comunitario. La idea era clara: los niños y niñas serían protagonistas de una creación colectiva y visibilizarlos como generadores válidos de cultura, y las miradas de todos los habitantes de las nubes estarían dispuestas para reconocerlos.

En un pestañazo ya estábamos a viernes 21 de noviembre, último día en el Escambray. Las primeras horas de la mañana fueron para concluir los talleres en la escuela, donde además los niños escribieron las cartas de respuesta a sus amiguitos de Pogolotti con esa emoción de la complicidad fraternal, y donde además, le entregamos a cada infante un set de libretas, lápices, témperas, pinceles, libros, que habíamos recolectado en la última Permuta Cultural con el aporte generoso de los amigos de La Habana. Se fueron pegando los rezagados árboles de cartulina multicolor en los mini murales; dando los postreros pincelazos a pinturas mágicas; ensayando gestualidades para plasmar sentimientos en esculturas vivientes; incorporando orgánicamente largas cintas de disímiles tonalidades a los propios movimientos corporales…

A eso de las 11 de la mañana ya estábamos todos preparados: los 40 niños y niñas, los profesores, los trabajadores de la escuela y el grupo TEC. En fila india fuimos bajando para el centro del caserío. Allá nos estaban esperando con revoloteantes telas festivas las compañeras de Cuerpo Adentro y las miradas expectantes de los habitantes del pueblo. En la plaza central de Cuatro Vientos manos infantiles empezaron a dar vuelo a “pajaritos” que hablaban de sueños expresados en movimientos y palabras: ser marinero, pelotero o aprobar los exámenes. Luego otros cuerpos de niños cristalizaban con gestos, máscaras faciales y movimientos congelados al unísono, esos sueños que eran también sus sueños. Mientras se llenaba este espacio público con la creación y expresión de los más bajitos de las montañas, en el interior del Círculo Comunitario se iban montando mini murales y pinturas, en una exposición que era un intento comunicativo para contarles a todos como ven el mundo personas que transitan despegados a 90 centímetros del suelo.

Ya en el interior del recinto, todos fuimos degustando con alegría una fiesta del arte y la cultura, con la convicción gratificante de que los seres humanos en el ejercicio de la creatividad y la participación, potenciamos nuestro mundo personológico y que de forma indisoluble va conjugando un “nosotros” que construye comunidades activas, ampliando ese patrimonio necesario de la salud social.

Que genial idea que exista la Bienal de Teatro de Montaña en el Escambray.  Que invalorable vivir en una Revolución Socialista, que con sus políticas culturales se puedan realizar fiestas de la creación como esta bienal.  Que reconfortante que existan trabajadores de la cultura como Yanexy, Yoel, Martillo, Simone, Milagros, Susanas (doble A y triple A), Larry, Ornelys, Meple, Yunier, Ayler, Juan Carlos, y otros tantos, que hacen una opción por estar con los que tienen menos acceso al desarrollo material y espiritual.  Que estimulante que poseamos en Cuba una cultura de la solidaridad que nos impulsó desde la ciudad, a colaborar con donaciones de libretas, libros y lápices, para desconocidos hermanos que viven a más de 300 kilómetros de la esquina de 23 y L.  Que significativo el apoyo del Taller de Transformación Integral del Barrio de El Canal y Pogolotti, de Esperanza y Nancy Rial.  Que encomiable que amigas y amigos de otras latitudes hayan aportado su colaboración con cartulinas, papeles de diversas texturas, pinturas, tijeras, pegamento y materiales varios, como lo son Keryma, Guillermo, Doris Rodés, Fernando, Rosanna Nitsche, Mónica Ach, Tere Sanhueza, Geri, Pamela, Kiki (de Chile); Carola Salinas (de Estocolmo); Paola Larghi (del mundo), Javier Peláez y Maru Romero (de México); entre otros muchos, y que mi memoria desgastada en imperdonable omisión no recuerda a totalidad en estos momentos.  Que alegría que mis vecinos del CDR del edificio D-2 de Alamar, estén siempre en disposición colaborativa aportando su granote de arena para estas cruzadas, como Niurka, Rosa Edith, Cecilia, Carlitos, Julián, Greicy, Manolito, Andrea, Guicho, Tatiana y familia, María Julia, Anita, Osmany… y Maylín del D-1. 

Si trato de pormenorizar nombres e instituciones, es porque creo que la Gratitud debe ser otra de las virtudes capitales, pero además, para visibilizar la vital importancia de las Redes de Colaboración, las cuales son una expresión directa de una ciudadanía activa, y deben ser un soporte vivo y estratégico para una creación colectiva mayor.

Al igual que cuando regresamos de Pinar del Rio, cuando fuimos a colaborar con los damnificados de los huracanes, llegamos de las montañas del Escambray, llenos de aprendizajes esenciales que proyectan reflexiones medulares sobre la condición humana y las relaciones sociales sustentadas en la colaboración y el respeto a la dignidad de las personas. Con mayor firmeza seguimos pensando que “El deber de un hombre está allí donde es más útil” como señalara el fundador de la nación cubana, y que las propuestas culturales que desarrollamos no solo deben ser un lindo producto artístico de consumo, sino un medio para: potenciar el Encuentro entre los seres humanos, propiciar los Diálogos Sociales, posibilitar la Creación Colectiva y estimular la Participación de las comunidades.

La montaña (que sigue siendo más que una inmensa estepa verde) nos estimula la reflexión, de las cuales podemos ir adelantando pincelazos de un tema pendiente a desarrollar, que se me antoja cardinal para comprender nuestro accionar desde el TEC y que en esta experiencia del Escambray resalta con nitidez: 

Lo Social y Lo Comunitario.

Grupos humanos + instituciones locales + dirigentes, líderes y emergentes + tarea movilizadora + identidad, intereses e intencionalidades compartidas + dinámicas propias + diálogo social + dispositivo teórico-metodológico ad hoc + continuidad procesal + redes de colaboración + logros y resultados = Lo Comunitario

Ergo: Social no es lo mismo que Comunitario.

Dicho de otra manera: Lo Comunitario ≠ Lo Social.

A pesar de los significativos logros y enormes esfuerzos que se realizan en Cuba, la ciudad sigue estando en deuda con el campo. Quizás iríamos disminuyendo esta deuda si para la próxima Bienal de Teatro de Montaña, se lograra destinar un poco más de recursos y poner a disposición del evento un vehículo adecuado y seguro (o al menos neumáticos en condiciones), y poder así llegar a un mayor número de poblados, ampliando los impactos de esta fiesta de la cultura. Estoy seguro que los habitantes y asiduos de El Vedado en La Habana, estarían gustosos de redistribuir una partecita de sus presupuestos de cultura, para destinarlos a la magna tarea de un desarrollo similar en todo el país. 

Para todos y cada uno de los habitantes de las montañas que nos recibieron con un cariño trascendente, digno de la mejor tradición cubana… para todas y cada una de las personas del Escambray que tan receptivamente recibieron nuestra propuesta de cultura participativa… para todos los compañeros de Teatro Los Elementos… para Bertica, Juan, Nego, Yanexy, Yoel, Martillo y los choferes que hicieron su mejor esfuerzo… para toda la comunidad de Jovero… nuestra profunda GRATITUD !!! 

Que los Cuatro Vientos del Escambray sigan diseminando en nuestros corazones su poder energético. Volveremos…